sábado, 24 de noviembre de 2012

Música en el Quirófano



El quirófano, ese lugar tan especial en donde realizamos nuestro trabajo diario, en donde desarrollamos a plenitud la combinación de conocimientos, actitudes y destrezas, llega a convertirse en un ambiente de peligros potenciales.
Exposición a sustancias químicas, radiaciones, residuos biológicos infecciosos. Tensiones psicológicas, infecciones virales trasmisibles, como VIH y hepatitis, agujas y otros objetos cortantes y punzantes, ruidos y vibraciones, incomodidad térmica, deficiente ventilación, ritmos de trabajo irregulares y excesivos, bipedestación por tiempos prolongados, esfuerzos exagerados en el sistema músculo-esquelético, y en especial en la columna lumbo-sacra, son algunos de ellos.
La adecuada técnica, el lavado de manos, la vestimenta quirúrgica, la protección con guantes de látex , gogles, el trabajar en equipo, personal descansado, con el mejor estado de salud posible, un ambiente cordial y de camaradería en la sala, contar con los materiales e instrumental adecuados disminuyen esos riesgos, ahh y claro que no podía faltar la música.
La música es algo básico en un quirófano, hasta ahora no he conocido uno que se respete sin un buen aparato reproductor de música. Por allá en los 80´s, recuerdo bien que entrábamos a cirugía con una bolsa llena de “cassettes” de todo un poco, de rock principalmente con unas grabadorcitas muy modestas que ni soñando reproducían en estéreo, a veces el cassette era el parámetro para medir la duración de tal o cual operación o la habilidad del cirujano ya que se decía…la operación estuvo larga…dos cassetes y medio; o se decía, ese cirujano es lento…ya le dimos la vuelta dos veces por cada lado al cassette y no termina.
Luego vinieron otras tecnologías tanto en la manera de operar, en los medicamentos anestésicos y en la reproducción de la música, con los discos compactos ya fueran CD, mp3, originales o piratas, aquellos que duraban toda la guardia y que tenían capacidad para mas de 200 canciones.
Y que decir de ahora, a la par de la cirugía de mínima invasión y los reportes quirúrgicos en computadora se entra al quirófano con la música de la PC, del iPod y hasta con los archivos de música que casi todos cargamos en los teléfonos celulares, de cualquier manera, como sea pero no puede faltar la música en un quirófano. Que quien es el DJ?, a veces el anestesiólogo, a veces la enfermera circulante ya que son los que por lo regular no están “enguantados” y pueden moverse con libertad dentro de la sala.



Que cual música?, huy… hay de todo como las especialidades médicas mismas, a veces es el cirujano el que marca la pauta y llega con la novedad del disco del que platicamos la última vez que operamos juntos, el anestesiólogo las demás veces es el que hace la selección de lo que se va a escuchar y no falta la enfermera que coopera con su disco para que suene en el quirófano y además es la que resguarda el reproductor. En lo personal con algunos pacientes que veo tensos les digo: el día de la operación tráigase el disco que mas le guste y se lo ponemos mientras lo estamos operando. Esto ha dado muy buenos resultados tanto en los parámetros vitales como en la respuesta al dolor.
Es muy característica la música que le gusta a cada quien y así casi podemos adivinar quien está operando en cada sala por la música que se deja oir. La banda, los rockeros, los de los tríos y así hasta los de la ópera.
No faltan los que para ellos poner música en el quirófano es un sacrilegio, pero no es de sorprender, reniegan por todo. Pero encontrandoles el modo hay música de cualquier manera.

En los vestidores sobre todo en el de las enfermeras se hace la chorcha y por supuesto el intercambio de archivos musicales, a ver doctor, páseme aquella canción, si esa …la que puso cuando la apendicectomía, y ahí estamos en el intecambio bluetooth pasando música.
El otro día pasó algo bien chistoso, le decíamos a la instrumentista que la habían timado con un disco pirata ya que llevábamos mas de 20 minutos y sólo se escuchaba una canción , era la configuración de la grabadora que estaba en modo repeat, jajaja, si tenia las demás.
Así transcurren las horas en el día quirúrgico que es cuando se opera de manera electiva. Pero también en las urgencias hay música, la que sea, a veces solo la del radio, y la mayoría de las veces en estos casos solo está de fondo, no le pone uno la menor atención pero si no esta el rumor por ahí como que algo falta, yo en lo personal no soporto operar sólo con el ruido del monitor de signos vitales, el shhhhh del aspirador y el pitido intermitente del electrocauterio.
Pero cuidado! cuando el quirófano se pone en silencio, que empieza a oírse,¡ bájale a eso!…¡apágame la música!, la gente se empieza a callar y es que… una de dos, o se está complicando la cosa o de plano hubo algún problema mayor por lo que se trabaja inconforme, el silencio en un quirófano predice que algo anda mal.
Bueno, hay tantas cosas que se pueden hablar acerca del tema pero en resumen, la música es algo imprescindible en el quirófano, calma al paciente, lo pone en un ambiente de mayor confianza y unifica al equipo quirúrgico aunque sea para discutir si esta buena o no.


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