miércoles, 17 de junio de 2020

Luneta

Luneta

Cuanta magia guarda el patio ese espacio peculiar

giros sin fín,  que entre  sueños infantiles armaban un maratón

cuando el banco de taller era nave reluciente,  submarino misterioso

 y trebejos oxidados los anhelados juguetes.

Nunca acababa la fiesta solo el garaje nocturno invadía la intimidad

alegría, fin de semana, descalzos y enjabonados restregábamos sus lozas.

 

Domingos entre familia, rechinido de columpios, alboroto con los perros

el humo del asador con olores exquisitos esparcidos  por la casa

bajo la sombra del árbol que nos contempló crecer

cruza el umbral la goleta que llega al puerto gustosa de su navegar ligero.

Preámbulo de la casa donde el viento se une al canto de las palmas afinadas

por donde el sol entre cocos ilumina el crepúsculo estival.

Pláticas interesantes, risas inundan la tarde con fragancia de café

 mezclado con el de tierra cuando acaba de llover

 plantas que se renuevan de inmediato dando flores

satisfechas, ataviadas con un color singular

moscos que pican las piernas  no entorpecen la ocasión.

 

Domingos de cumpleaños regocijo de los niños cuando rompen la piñata

noches inolvidables con sus mesas bien vestidas, iluminadas con cera para recibir amigos

guarda un secreto rincón donde se observa la luna, cuantas noches en silencio con ella hemos platicado

quedan millones de historias que en el patio acontecieron, cada una es un poema que nos hace respirar.

Eduardo Sánchez


 


miércoles, 13 de mayo de 2020

Chispas Marinas


hispas Marinas
Que noche la de hoy, la de ayer,
tibia transparencia.
Imágenes de sueño, de fantasía hecha realidad.
Brillos azules en el cielo,
las estrellas y la luna casi llena entrte las nubes.
Frente a las doradas luces de la ajetreada ciudad.
Y debajo del agua...¡chispas marinas!
Brillos de seres vivos cuando se excitan.
¿Como dijiste?
Noctilucas.

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